Las Estufas de inercia son elementos de gran masa, entre 750 y 1500 kg. Ese volumen es calentado por la energía de la leña, en una combustión viva. De esta manera, el calor se transmitirá y acumulará en la masa térmica, durante largo tiempo después. Según sea la carga de leña, puede permanecer hasta 12 horas caliente. Diariamente serán sólo necesarias 2 o tres cargas para calentar una habitación de grandes dimensiones. Son unos sistemas muy eficientes por el aprovechamiento del 90% de la energía generada.
Los diseños son originales y adaptados a las necesidades del usuario. Se pueden ampliar las posibilidades con hornos y bancos calientes, conectados a la chimenea cerámica. Tenemos experiencia en rehabilitaciones energéticas, podemos ayudarte a valorar diferentes opciones.
Estufa de inercia calefactora.
A veces, se necesitan calefactar habitaciones que no están cerca de la estufa. Para estos casos, hemos diseñado una estufa con sistema de producción y distribución de calor por agua, que circula a través de muros o suelos radiantes. Este sistema se diseña según las necesidades de la vivienda y es compatible para combinarlo con otras energías. Como por ejemplo, la energía solar térmica o fotovoltaica, para obtener un sistema mixto para agua caliente y calefacción.
A continuación, se muestra el sistema en fase de construcción. Estufa-caldera, distribuidor con control de cada circuito y radiadores de tierra. En este caso los muros radiantes se quedan visibles y orgánicos.
El Sol es el mejor ejemplo, una masa ardiente, que propaga calor en todas las direcciones mediante ondas, que calientan no sólo la superficie, sino también el interior de los cuerpos. Cuando aplicamos este principio a un sistema de calefacción, ganamos en confort frente a los sistemas de convección: las estancias se mantienen agradables, sin grandes variaciones de temperatura y conseguimos un ahorro económico, más que considerable, frente a los sistemas eléctricos, gas, chimeneas o estufas de hierro.
El uso de la tierra para almacenar y radiar el calor proporciona a los espacios mejores condiciones de humedad. Y no menos importante es el uso de leña, un combustible renovable con huella de carbono negativa gracias al CO2 que fijan los árboles durante su vida.
Proyectos
Estufa de inercia calefactora Alamillo
Detalles
Las calderas de gas-oil tienen el problema de que son ruidosas, y actualmente, quienes viven ahí prefieren encenderla lo menos posible. Nuestra propuesta ha sido combinar el sistema existente con una estufa de inercia calefactora. Esta estufa se ha construido en el patio interior de la planta baja, con una chimenea cerámica de 30×30 cm y 6 m de altura. También un banco caliente (renombrado desde entonces a “banco templado”) y dos alcabores. Este otoño, la leña de encina ya ha estado sustituyendo al gas-oil.
En este proyecto se nos queda la espinita de los muros radiantes, ¡qué pena no habernos conocido antes! Nos gustan, no solo por su eficiencia, también son más seguros (no queman), ergonómicos (no te golpeas con ellos), diseño libre (artísticos o imperceptibles) y son más estrechos.
Este sistema como cualquier otro, se puede combinar también con energía solar térmica y un depósito de inercia, una propuesta para mejorar más aún su eficiencia y sostenibilidad.
Estufa de inercia calefactora Belmonte
Descripción
La masa de los muros radiantes se han ejecutado con tierra y arena. En la estufa se han usado ladrillos de arcilla cocida, yeso, tierra, arena y cal.
Estufa de inercia Miraflores
Descripción
En un robledal de Miraflores de la Sierra (Madrid) hemos tenido la oportunidad de construir una estufa de inercia a leña. Un diseño simplificado, sin sistema de calefacción. Gracias a la inercia térmica del banco caliente anexo, el hogar y la chimenea, tiene una capacidad de acumulación de calor muy alta.
Diseñamos las estufas para quemar leña porque es un recurso accesible, con huella de CO2 positiva, que favorece la limpieza del campo y los recursos locales.
.
Estufa de inercia calefactora San Martín de Valdeiglesias
Descripción
En una parcela a las afueras del frío pueblo madrileño, construimos en 2015 una estufa calefactora, para sustituir las dos estufas que antes necesitaban usar para caldear su expuesta casa. El sistema de calefacción, englobado dentro de un proyecto integral de rehabilitación energética, consta de una estufa calefactora con horno y cocina a fuego directo. La cual también calienta de manera instantánea un depósito de agua, para posteriormente distribuir el líquido por 6 muros radiantes, localizados en las diferentes estancias de la vivienda. Como se puede observar en las fotografías, el diseño de la estufa se realizó adaptándose al espacio, las necesidades y los gustos de las personas interesadas.
La elección de la distribución por muros radiantes se debe a diferentes aspectos, el principal es por los beneficios del calor por radiación. Otro factor importante es el ahorro económico frente al suelo radiante, puesto que no es necesario levantar o cambiar la solería. No menos importante es que permiten recibir el líquido a cualquier temperatura, a diferencia del suelo, que hay que limitarla. Los muros se ejecutaron con tierra de la zona, acabados en cal o pintura de arcilla.
Actualmente, con la nueva instalación de calefacción “masiva”, o de inercia, consiguen calentar toda la casa con mayor comodidad, ya que el aprovechamiento del calor de cada carga de leña se multiplica considerablemente, gracias a la acumulación de calor en los muros y en el propio volumen de la estufa. De esto, resulta una disminución de las necesidades de leña y de las cargas. También unas temperaturas más estables y mayor facilidad en los encendidos, ya que con un uso diario la estufa difícilmente se enfría.
.